Se trata de un procedimiento que implica una limpieza en profundidad, abre poros, extrae impurezas, exfolia, favorece la circulación y, finalmente, hidratación. Este tratamiento personalizado limpia, rejuvenece y relaja la piel del rostro, dejándola suave y radiante. Se adapta a las necesidades individuales de cada persona, utilizando diferente aparatología (hidrofacial, punta de diamante, espátula ultrasónica…) y cosmetología diferente para cada tipo de piel.
La higiene facial elimina impurezas, maquillaje y suciedad, dejando la piel más limpia y fresca.
La extracción de impurezas y puntos negros limpia los poros obstruidos, reduciendo la probabilidad de brotes de acné.
Adaptamos la mejor cosmetología según cada tipo de piel.
El pH de nuestra piel depende de su salubridad. Por tanto, cuando la piel tiene impurezas, el pH se descontrola y se desnivela. Entre los beneficios de la limpieza facial está la regulación del pH, la cual es muy importante para mantener el buen estado de la piel tanto por dentro como por fuera.
Ayuda a reducir la apariencia de arrugas y líneas finas, dando una piel de aspecto más joven.
El exceso de sebo, causado por cambios hormonales, productos inadecuados u otras razones, puede provocar problemas como el acné. La limpieza profesional ayuda a regularlo y prevenir estas afecciones.
Respondemos a las dudas más repetidas sobre la higiene facial:
Antes y después, se recomienda evitar la exposición al sol y usar protector solar.
La higiene facial es beneficiosa para todas las edades, adaptándose a las necesidades individuales.
En Macobe solemos aconsejar una rutina de skincare para domicilio personalizada. De esta manera puedes darle uso a los cosméticos que tienes en casa, analizamos sus principios activos para mejorar los resultados.
Recién hecho el tratamiento aconsejamos no tocar mucho la piel de la cara con las manos, no cocinar con aceites y cambiar la funda de la almohada.
Al día siguiente, debes empezar con la rutina de limpieza, hidratación y protección solar.